El destino de Harry Potter se extingue en su primer año. Un alma de otro mundo, con el conocimiento de un futuro que ya no existe, toma su lugar. Con cada decisión, deja una impronta en la magia que empuña y en un destino que se atreve a reescribir. Esta no es la historia de un niño héroe, sino la de un alma que debe aprender a vivir en un mundo de alianzas y peligros.